Caminantes nocturnos, ciudadanos durmientes... Miran más profundo, más allá del alba. Buscan despejar sus pensamientos con la brisa del anoche. Se dejan llevar por sus pasos sin saber adonde van. Guardan secretos en sus miradas, secretos oscuros, secretos propios, que rondan por sus cabezas, que los tormenta y traen dolor. Son historias de almas que vuelan por las calles brumosas.
Deseperan buscando una salida por donde escapar... Pero se pierden cada vez más dentro de su soledad...
Oscuras y dolorosas son las miradas de los caminantes. Tristes y solitarias las formas de caminar... Corren lejos del infierno que los quema. Buscan el agua que el ardor logrará calmar... Corren hacia los mares que curarán su mal.

Tan solo presentes allí, acompañándonos en soledad en mente y en perfecta armonía.
En perfecta alegría.
Sutiles susurros rondarán, pero paz se sentirá.
Alrededor nuestro las pisadas del silencioso ocaso.
Nos encontramos sentados uno al lado del otro en perfecto compás, viendo como el viento hace marchar las nubes a la deriva.
Buscamos el calor de la tierra.
Allí nos quisimos sentar.
Allí compartimos risas.
Allí nos dejamos llevar por la brisa de algún mar...
Entre columpios y caminatas, nos encontraríamos.
Allí entre las flores fucsias y rosas, amarillas flores chinas,
allí nos perderíamos...

Un te quiero volara...

Nos convertiremos en un mutuo soñar...

En busca de algo perdido, se cruzaron tus labios en mi camino.

No esperaba tu fantasmagórica presencia ni el silencio de tu voz.

Pero ese goce que duró un momento, ese sonido del beso se juntó con un adiós.

Un suspiro eterno y lento, me alejó por completo de tu interior.

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Desapareciste entre los rostros perdidos de seres consumidos.

Tus ojos se apagaron y desparecieron junto a decenas de suspiros.

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Envuelta en la nieba de la noche, el humo recorrió mi cuerpo y lo tomó.

Cuerpo y alma se unieron al humo en su eterno resplandor.

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Desparecieron mis ojos y mis labios y el silencio de mi voz.

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Una mirada vacía se convirtió en miles de figuras que pronto se disiparon en un momento de lucidéz.

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Todo el aire cargado dentro de la caja vacía, desapareció.

Fue nada, un aire viciado, fabulosamente liberado de emoción.

Se perdió entre las nubes, se perdió entre las gotas de agua cristalina.

Vive dentro de todas las lágrimas que vaciaron al cielo y que se secaron con el sol.

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Adiós – Gustavo Cerati

Suspiraban lo mismo los dos,
Y hoy son parte de una lluvia lejos,
No te confundas, no sirve el rencor
Son espasmos después del adiós.

Pones canciones tristes para sentirse mejor
Tu esencia es más visible
Del mismo dolor, vendrá un nuevo amanecer

Tal vez colmaban la necesidad
Pero hay vacíos que no pueden llenar
No conocían la profundidad
Hasta que un día no dio para más

Quedabas esperando ecos que no volverán
Flotando entre rechazos,
Del mismo dolor, vendrá un nuevo amanecer

Separarse de la especie
Por algo superior
Nos es soberbia es amor,
No es soberbia
Es amor.

Poder decir adiós,
es crecer

CAMINO...
mitad despierta
mitad dormida

CAMINO...
en la eterna oscuridad de la noche

en el silencio
entre el silencio de las estrellas

CAMINO...
y mi mente flota, desaparece entre paso y paso.
se queda pegada a una nube, a un reflejo de luz en el charco plateado.

CAMINO...
y deseo qudarme así por un rato más
dejarme soñar, flotar, fluir entre el aire
dejarme caer, tocar, romperme entre el viento con los brazos abiertos. ...

CAMINO...
CAMINO un poco más...
... mitad dormida
... mitad despierta