miércoles, agosto 22, 2007

El cielo se nubla, luego vuelve a salir el sol.

El frío viento recorre mi piel,

Igual que escalofríos mi espalda.

Son fantasmas que acarician mi cuello y me hacen temblar.


Una cama, un cuarto oscuro.

Dos almas que se miran sus cuerpos desnudos.


El viento sopla y hace volar el polen de las flores,

rosas blancas que rodean la cama de los amantes.

Polen entre las hierbas.

Los cuerpos se acuestan sobre las flores, rosas blancas.

Su tacto, su piel, suaves...


Todo en un momento de furia,

Que queda ya en ese pasado,

Se plasma en aquel tiempo

Sin dejar nada alrededor.

Tan presentes allí en ese lecho de hierbas

y de flores, rosas blancas.

Ambas almas han decidido tocarse,

pertenecerse por una noche, esa noche.

Y con el momento del adiós, queda todo ahí,

plasmado en aquel, ya, presente en el pasado.

Para ser un alma solitaria...

Te diviertes mi niña...

Te dejas llevar por la brisa

Que no pone nada en tu camino

Que te deja libre para volar...

Ya no queda nada para decir...

En tus sueños yace la verdad...

No hay comentarios: