viernes, octubre 13, 2006

A la espera del adiós...
La noche cae y me encuentro pensando en tus labios.
Recuerdo tus besos y tus caricias y una lágrima cae porque no estás aquí.
Sueño con tu rostro y se desvanece mi cuerpo en mil pedazos, sólo para resurgir de las cenizas que aguardan ser prendidas.
Me encierro en el vientre de un ave que pasea a través de los árboles.
Siento el calor del sol que entibia mis entrañas mientras el ave me mece.
Luego despierto de un sueño cálido pero tú no estás aquí conmigo.
Tu vuelas por otros aires dentro de miles de mariposas.
Te conviertes en estrellas y tu cara es la luna, para que recuerde que estás en algún lado esperando el pasar del tiempo conmigo.
A través de las estrellas te mandaré una señal para que recuerdes que sigo aquí añorando tus labios y mientras, reposaré en el vientre del ave que calma mi dolor.

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